Fruto de su sensibilidad social y de un propósito de gestión de Gobierno de servicio a las grandes mayorías, el presidente Danilo Medina ha proclamado en distintas ocasiones una frase emblemática:
“Lo único que busco como recompensa es que cuando yo me convierta en un ciudadano ordinario, cuando cruce por las calles, la gente me diga gracias Danilo, porque en su Gobierno yo elevé mis condiciones de vida”.
El buen destino de La Ciénaga y Los Guandules
Ese espíritu prevalece precisamente en iniciativas como el proyecto de intervención urbana Nuevo Domingo Savio, una franja que se extiende en sus propósitos sobre dos de los enclaves más empobrecidos del Distrito Nacional, Los Guandules y La Ciénaga, donde la pobreza y la exclusión han marcado con sello de sangre durante décadas a más de 40 mil dominicanos olvidados del mundo y de la fortuna.
Proyecto de salvación humana
El presidente Danilo Medina entregó la responsabilidad de este ambicioso proyecto a la Unidad Ejecutora para la Readecuación de La Barquita y Entornos (URBE), la misma que fue instruida para un proyecto de salvación humana que salpicó de dignidad a cientos de familias antes abandonadas a su destino en el barrio de La Barquita, inundados por la vulnerabilidad, a orillas del río Ozama y que hoy viven como seres humanos en La Nueva Barquita.
El gran beneficio para 37 mil personas
Millet Juan Filpo, encargado de diseño y gestión de la intervención urbana Nuevo Domingo Savio, explica al respecto que el gran beneficio del proyecto lo tendrán las 37 mil personas que se quedarán allí.
“En realidad los grandes beneficiarios no son las personas que se están indemnizando con la compensación económica, sino las 37 mil personas que van a quedar residiendo en el barrio, con mejores condiciones de accesibilidad por la avenida que se está construyendo, que les va a permitir ir a las universidades, en un transporte adecuado, personas que estudian en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, quienes podrán abordar un autobús de la OMSA y además tener acceso al Metro y al Teleférico”, remarca.
3 mil personas han sido trasladadas a otros lugares seguros
A la fecha se ha logrado trasladar desde la zona de alto riesgo a 3 mil personas. Un 40% de la población decide quedarse en el barrio, explica Patricia Cuevas, coordinadora del proyecto.
También habrá una disminución importante de la contaminación que a su decir va a llegar al río Ozama, por deficiencias en la recogida de la basura. Al mismo tiempo, las vías que se abrirán permitirán que los residentes que se quedan tengan acceso a ambulancias, destacando que históricamente ha habido dificultades por el mismo diseño de las vías del barrio.
Sistemas de video vigilancia
Tendrán sistema de video vigilancia del 911 para reducir los índices delictivos y de delincuencia, así como áreas de esparcimiento, recreativas, deportivas, que actualmente no existen en la comunidad.
Devolverán espacios a la comunidad
Trabajan en la liberación de la parte debajo del puente Francisco del Rosario Sánchez (de la 17) para devolver esos espacio a la comunidad convertido en área recreativa; se construirán cinco escuelas y cuatro estancias infantiles.
Cinco escuelas y cuatro estancias infantiles
Hace una precisión importante, serán las únicas construcciones que se ha harán. No se construirán viviendas, por la existencia de un riesgo de vulnerabilidad en los terrenos.
Estas construcciones serán posible gracias a los espacios que dejan quienes son trasladados del lugar hacia otras zonas del Distrito Nacional y del interior del país. Se intervendrán las aguas residuales que llegan al río Ozama sin ningún tratamiento, para reducir la contaminación, debido a que este afluente es muy importante para las futuras generaciones.
Precisa que el proceso de traslado de las personas que se marchan ha sido sumamente pacífico.
Han validado trabajos de grupos comunitarios
Patricia Cuevas, coordinadora general de URBE, explica que desde inicios del proyecto se ha trabajado validando los trabajos que previamente habían hecho organizaciones y grupos comunitarios.
“Lo primero que se hizo fue validar toda esa información, quiénes componen, cuál es la estructura comunitaria, cuál es el liderazgo de esa comunidad y la situación de vulnerabilidad que existe”, dice.
Explica que se trata de una situación dramática, porque 70% del territorio pertenece al cauce natural del río Ozama, lo que ha sido validado recientemente por la Comisión Nacional de Emergencia. “Donde explica que el proyecto se realiza en un terreno de alta vulnerabilidad, eso nos va a permitir hacer la solicitud al Ayuntamiento del Distrito Nacional, para que estos terrenos se declaren no urbanizables”, indica.
Es un punto importante porque legitimiza el espacio natural del río.
Indica que han tenido el tacto de abogar por un protocolo que les ha permitido saber cuál es el liderazgo comunitario con el cual trabajar “y como la misma comunidad ha decidido no tener intermediario en el proyecto.
“Lo que ha sido un logro importante. El trato que tenemos con los afectados es un trato directo, porque ellos así lo han solicitado”, anota.
Todo el entramado para beneficiar a estas familias dominicanas se han ceñido a la meta de mejorar la cohesión social, la calidad de vida, el acceso a servicios públicos a más de 45 mil dominicanos habitantes de La Ciénaga y Los Guandules, a través de un a transformación urbana y regeneración ambiental.